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Hay quien busca el Yoga en el extranjero, en la India, en el Himalaya o en lugares fascinantes... Lo cierto es que no hace falta irse tan lejos. Quédate donde estás, pues el viaje empieza en ti y la búsqueda culmina en ti. Nada hallarás fuera de ti que no se encuentre dentro de ti.




El Niyama: el gran desconocido


El Yoga tiene ocho peldaños en su escala de realización. En un post anterior hablamos del primero, del Yama, la moral natural. Hoy hablaremos del segundo, el Niyama.

La mayoría de la gente conoce el Yoga por su tercer peldaño, las Asanas, o ejercicios corporales, por su cuarto, el Pranayama, técnicas de respiración; o a lo sumo por su séptimo, Dhyana, o meditación. Mas como indico en el título, el Niyama es el gran desconocido, a pesar de su gran importancia.

Si el Yama son las observancias hacia los demás, el Niyama son las observancias hacia uno mismo. Y desde el punto de vista de Patanjali Maharishi, y desde el mío también, no se debería pasar al tercer peldaño del Yoga sin antes haber practicado e integrado el Niyama. Aunque tal y como están las cosas hoy en día, y con la superficialidad que reina en el planeta, me quedaría solo en clase de Yoga si fuese tan estricto; ya que la gran mayoría de la gente lo que busca es un deporte para estirar la espalda.



Puntos del Niyama:

1. Soucha: Limpieza y purificación del cuerpo físico. Aquí entra la higiene personal, que muchos la tienen descuidada, y la purificación profunda del cuerpo físico, tales como limpieza de nariz, de lengua, de estómago y de intestinos. El Yoga posee técnicas (kriyas) para tales menesteres, y su práctica contribuye notablemente a mejorar la salud, al eliminar la "suciedad" tanto externa como interna. Ya profundizaremos en otro post sobre tales cuestiones.

2. Santosha: Contentamiento. Esta palabra es de suma importancia para hallar la felicidad en esta vida. Contentamiento no significa resignación, o conformismo, significa estar contento con lo que uno es y posee en cada momento, en esta vida. Lo que nos sucede en un momento determinado es lo mejor que nos podía suceder para nuestra evolución personal en un momento dado; y lo que tenemos es lo que necesitamos; así que el contentamiento nos produce ecuanimidad, paz y felicidad. Al final es una cuestión de inteligencia: ama lo que haces, ama lo que tienes, ama a las personas con las que compartes tu vida, ama lo que te sucede en cada momento. Con esta actitud mental, ¿qué puede enturbiar nuestra felicidad?

3. Tapas: Significa ascetismo, austeridad, o autodisciplina. No hace falta ser un asceta, o hacer votos del tipo que sea. Simplemente significa que hay que procurarse una práctica y seguirla cada día con disciplina; que forme parte de la rutina diaria, como el comer el beber o el dormir. Empezar algo es facil, ya sea una actividad o una relación; lo realmente dificil es mantenerla en el tiempo, tener la suficiente perseverancia como para profundizar en ella, sin rendirse ante las primeras dificultades. Al final, la práctica constante lo convierte a uno en maestro, sea en la disciplina que sea; mas en este caso, al seguir fielmente las prácticas del Yoga, uno se convierte en Maestro con mayúsculas, en el arte de la Vida.

4. Swadhyaya: Estudio espiritual o metafísico. El conocimiento es poder, y si no conocemos nuestro objeto de estudio, las prácticas carecen de dirección y de profundidad. ¿Cuál es nuestro objeto de estudio? Nosotros mismos, el Ser, el Atman, el significado último de la existencia. "!Oh Hombre, conócete a ti mismo!" era la inscripción del frontispicio del santuario de Delfos. Esta ha sido siempre la máxima de la Gnosis, del conocimiento del Ser. El que no dedica tiempo al estudio de tales cuestiones, es un ignorante, y no lo digo en tono despectivo, sino con el significado de que ignorante es aquel que ignora algo, y si en este caso es un conocimiento relativo a él mismo, su ignorancia es aun más denostable.

5. Iswara Pranidhana: La rendición a lo absoluto, la devoción a Dios. Este tal vez sea el punto más conflictivo, especialmente hoy en día en nuestra cultura occidental. Consiste en rendir nuestras acciones a lo divino que mora en nosotros, en tener fe y devoción en Dios, o ese principio que subyace en todas las cosas, las ordena y les da un significado. En cualquier caso no es una fe ciega, sino una certidumbre que surge con la práctica. Una certeza en que hay algo más allá de la finita materia, algo que la transciende, la sostiene y la ordena. No estamos solos en nuestro viaje, y a pesar de que no tengamos conciencia de ello, tarde o temprano, el Iswara Pranidhana despierta en todo buscador sincero.

Estos son los cinco principios del Niyama

(Un poco de ironía)

- ¿Practicas Yoga?

- Sí, lo práctico en el polideportivo desde hace tres meses; mira como me doblo y como hago el pino. Creo que en tres meses más de práctica ya lo domino.

- Yo también, llevo una año ya practicándolo, creo que pronto haré un curso para ser profesor.

- El otro día leí un post sobre el Niyama.

- ¿Niyama? ¿Qué es eso?

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