Publicación de nueva novela: Ventura
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Recientemente he publicado una nueva novela, titulada *Ventura*, con Valhalla
Ediciones.
Está disponible a la venta en las principales librerías de Españ...
Hay quien busca el Yoga en el extranjero, en la India, en el Himalaya o en lugares fascinantes... Lo cierto es que no hace falta irse tan lejos. Quédate donde estás, pues el viaje empieza en ti y la búsqueda culmina en ti. Nada hallarás fuera de ti que no se encuentre dentro de ti.
Las asanas, o posturas de yoga, a pesar de ser similares aparentemente a los ejercicios o estiramientos, son sustancialmente diferentes. Hay varias fases en su aprendizaje y perfeccionamiento, como ahora veremos.
Definición de asana: Una postura firme y cómoda que se mantiene en la inmovilidad, largo tiempo y con control de la respiración y de la mente.
Primera fase: Principiantes
En un primer contacto con el yoga y sus técnicas, hay que simplificar las cosas para no perdernos en la profundidad de los significados.
Lo que hay que hacer es aprender bien la técnica; informarse bien, leer, ver vídeos, preguntar al profesor o a alumnos avanzados. Tenemos que practicar las asanas y fijarnos en los detalles externos, siempre tratando de no forzar. En estas fases iniciales mantendremos las asanas unos segundos o pocos minutos.
Es también importante que en la practica inicial logremos un mínimo de flexibilidad. Aquí hay que matizar lo siguiente: si miramos fotos y vídeos en Internet nos vamos a desanimar, ya que el 99% de las fotos serán muy bonitas estéticamente y realizadas por personas muy flexibles, pero que nosotros no podremos realizar. Eso no es yoga. Yoga es una experiencia subjetiva e individual, y cada cuerpo tiene unas limitaciones. Las posturas perfectas son aquellas en las que nuestro cuerpo puede permanecer sin lastimarse y con la mente serena. En yoga no hay que competir, no hay que compararse con nadie; no hay que hacer alardes de nada. Podemos eso sí, observar a otras personas y vídeos para inspirarnos o para animarnos en nuestra práctica.
Resumiendo: tenemos que aprender bien la técnica, practicar y lograr algo de flexibilidad, sin obsesionarse por «estirarse» ni «doblarse» demasiado, pero notando cierta mejoría en nuestra forma física.
Segunda fase: Intermedios
Una vez que dominamos la ejecución externa de la postura (aptitud), tenemos que aprender a dominar la ejecución interna (actitud).
Los primero que iremos haciendo poco a poco es alargar la permanencia en cada postura, de forma gradual, hasta llegar a quedarnos por varios minutos en cada asana. Lo importante en yoga no es «estirarse» mucho, sino permanecer cada vez más tiempo en cada postura.
Una vez hayamos adoptado la postura, haremos lo siguiente:
- Relajarnos... Aflojar bien el cuerpo y las tensiones.
- Prestar atención a los músculos que no intervienen en la postura, y relajarlos. Aplicar la Ley del mínimo esfuerzo.
- Mantenemos la respiración controlada, por la nariz, lenta... Cada asana, por las presiones que ejerce en el cuerpo, nos produce una forma determinada de respirar (abdominal, torácica, clavicular...). Lo que tenemos que hacer es mantener una respiración amplia y profunda, y cada vez que espiramos, tratar de relajar más y más el cuerpo.
- Concentrar la mente en la asana. Esto es lo más difícil, ya que la mente se va a ir a pensar en otra cosa constantemente. Vamos a pensar en mil cosas, en lo que sea menos en «saborear» la asana y vivir el presente. ¿Qué se puede hacer para concentrar la mente? Sentir la asana. Sentir el estiramiento de los diferentes músculos, sentir las presiones a las que nos somete la postura, sentir como se expande la caja torácica o el abdomen con cada respiración, sentir lo que sentimos (valga la redundancia). Tenemos que mantener la mente anclada en las sensaciones que produce la asana. ¿Y si la mente se distrae? Pues lo primero es darnos cuenta de que nos hemos distraído, y después de eso, volver a tomar conciencia de la asana. Una y otra vez, las veces que haga falta, sin enfadarse, sin perder la paciencia. Si la mente se va 10 veces en un minuto, con la practica se irá 7, y al cabo de unos años 5... Y así hasta lograr el dominio del cuerpo y de la mente.
Diferencia entre estiramientos y asanas
Tercera fase: Avanzados (Maestros)
Decía Patanjali, el padre del yoga: «Se alcanza el dominio de la asana cuando uno es capaz de meditar en ella».
Bueno, no voy a decir mucho más sobre esto, ya que la mayoría de nosotros se pasará largos años en la segunda fase, pero el día que logremos un estado meditativo en cada asana, habremos logrado un nivel avanzado. Esa será la prueba de que dominamos la asana.
En cuanto a la flexibilidad, irá mejorando con la práctica, pero no es indispensable que lleguemos con la frente a las rodillas o que nos volvamos de goma. Un buen yogui no es aquel que se estira mucho, sino aquel que es capaz de meditar en la asana, aunque no posea mucha flexibiliadad.
Pues ya sabes, fase a fase, paso a paso... Pero practica, si no hay práctica, no hay nada.
Como dice el lema del yoga y de esta escuela: Suavidad y perseverancia.
El tai chi y el chi kung son disciplinas con un enfoque muy similar al del yoga, tanto que a veces al chi kung se le conoce como «el yoga chino». Con motivo de mi reciente titulación como monitor en estas dos disciplinas, a partir de ahora enseñaré algunas de estas técnicas para complementarlas con la práctica del yoga.
No soy tan experto ni domino tan bien estas disciplinas como el yoga, pero trataré de explicarlas lo mejor que pueda.
Chi kung significa literalmente «trabajo con la energía», y su práctica en China es milenaria, con numerosas ramas y escuelas. En pinyin (sistema de transcripción fonética del chino mandarín) se escribe qigong, por lo que si veis esta denominación, es lo mismo que chi kung.
Tai chi chuan o taijiquan (en pinyin) es un arte marcial centenario, muy practicado en China (es la típica «danza» lenta que practican los ancianos en los parques). Literalmente significa «El puño último supremo», y tiene numerosos estilos y enfoques. Deriva en cierta medida del chi kung, y tiene la teoría del yin yang como su lema y fundamento.
El enfoque que practico y que enseñaré yo es untai chi terapéutico, en el que se deja de lado su aspecto marcial (sin perder su esencia) y se utilizan sus técnicas para el beneficio de la salud. Por eso, al nombrarlo le quitamos el «chuan», que alude a su aspecto marcial, y lo llamamos tai chi.
Lo mismo sucede con el chi kung, que puede clasificarse en tres grandes grupos:
- Chi kung orientado a las artes marciales. - Chi kung orientado a la espiritualidad. - Chi kung orientado a la salud (este será el que practicaremos).
Por mi experiencia, las técnicas de tai chi y de chi kung son algo más complicadas que las de yoga, requieren de tiempo y pericia para dominarlas, pero en su gran repertorio hay técnicas sencillas, fáciles de aprender y muy beneficiosas, que serán las que aprenderemos y las que integraremos a nuestras rutinas de yoga.
Casi todas las técnicas de estas dos grandes disciplinas se realizan de pie; algunas son estáticas pero la mayoría son dinámicas. Son muy interesantes y beneficiosas si se realizan correctamente.
Os voy a dejar por el momento con una de las series más conocidas de chi kung: el Ba duan jin, «Las 8 piezas del brocado de seda», que consiste en 8 ejercicios de inestimable ayuda para la salud y muy fáciles de aprender.
Este vídeo es
demostrativo, cuando tenga más tiempo haré uno instruccional donde
enseñe paso a paso cómo hacer la secuencia completa.
El ayuno es una de las técnicas más poderosas para depurar el cuerpo y para fortalecer la voluntad. Ayunar es todo un reto, y por lo menos, una vez en la vida, todo el mundo tendría que probarlo.
El ayuno es una dura prueba para la personalidad, que se va a revelar fuertemente contra él; es en cierta medida, una prueba iniciática. Nos vamos a enfrentar cara a cara con nuestros demonios, vamos a conocer lo que es el hambre (que es diferente de las ganas de comer), y nos va a servir para conocernos mejor. Como recompensa, saldremos más sanos y con la voluntad fortalecida.
Prácticamente en todas las tradiciones se ha utilizado el ayuno como técnica curativa y como disciplina espiritual. El ayuno es una técnica universal y atemporal.
Beneficios:
Aquí hay controversias: algunos médicos dicen que hay muchos beneficios y otros que pocos... El argumento de peso es que los procesos digestivos, junto con las funciones cerebrales, son lo que más energía consume en el organismo. Al ayunar la digestión se minimiza, y esa energía sobrante se utiliza para depurar el organismo (el hígado y los riñones nunca descansan y por eso es tan importante beber mucha agua durante los ayunos, para aumentar la depuración).
Yo me voy a centrar más en los beneficios psicológicos. Ayunar es todo un reto, ayunar requiere de mucha fuerza de voluntad, ayunar requiere de autodominio... Si finalizamos un ayuno con éxito, podemos sentirnos satisfechos, y la voluntad, el coraje y el autodominio también se pueden entrenar, fortalecer y desarrollar.
Mucha gente tiene confusión respecto al ayuno: el ayuno no sirve para adelgazar; el ayuno no es una técnica para perder peso. Esto ha de quedar claro. El ayuno es una técnica para depurar el cuerpo y fortalecer la voluntad.
¿Cómo ayunar?
Basta simplemente con no comer nada y beber mucha agua. Así de sencillo.
Importante: Las personas diabéticas, que estén medicadas o con una enfermedad importante, por favor que consulten con su médico antes de hacer cualquier tipo de ayuno.
Semi ayuno
Este es facilito: Cenamos de forma normal y no volvemos a comer nada hasta el día siguiente al mediodía (una comida normal, sin comer en exceso). Por la noche estaremos dormidos y no habrá ningún problema; durante la mañana bebemos bastante agua. Yo he hecho este ayuno bastantes veces aun en días laborales normales (el cuerpo lo aguanta bastante bien), pero para probar puedes hacerlo un día festivo en el que no hagas grandes esfuerzos.
El ayuno de un día
Esto ya puede ser todo un reto para mucha gente, y además no supone ningún riesgo para el cuerpo físico (excepto para aquellas personas con alguna enfermedad, tal como hemos indicado antes).
Aquí sí que es necesario hacerlo un día festivo en el que no hagamos grandes esfuerzos físicos.
Cenamos el día anterior, y no volvemos a comer nada más hasta pasadas 24 horas. Bebemos mucha agua (de 2 a 4 litros) y aguantamos el tirón.
Si queremos darle más intensidad, y hacer no solo un ayuno físico sino también un ayuno integral, hacemos lo siguiente:
- Apagamos los teléfonos, el televisor e Internet (ayuno de emociones y de conocimiento).
- Hacemos varias sesiones de yoga a lo largo del día; no muy largas y suaves, sin apenas forzar el cuerpo.
- Si sabemos meditar, hacemos varias sesiones de meditación. También puedes orar.
- Podemos echar una o dos siestas cortitas.
- Estamos a solas con nosotros mismos durante todo el día, sin tratar de evadirnos. Puedes leer, reflexionar y escribir.
Esto amigos, es todo un retiro espiritual, todo un sadhana, toda una disciplina física y mental. Os puedo asegurar que muchos de los que lo intenten, romperán el ayuno antes de las 24 horas.
3 días de ayuno
Igual que lo anterior pero por espacio de 3 días. Esto ya es un reto mayor. Si alguien quiere intentarlo primero que practique con ayunos más fáciles.
3 días es un límite que no conviene superar sin supervisión médica.
¿Cómo romper el ayuno?
Esto es importante, no hay que comer en exceso aunque tengamos mucha hambre (que la tendremos).
Primera comida: Arroz muy hervido con mantequilla y un trozo de pan duro.
Da gracias por esa comida, saboréala mucho y mastícala lentamente. Las siguientes comidas hazlas normales, como acostubres a comer de manera normal. No te saltes este paso, es muy importante hacer esto.
Síntomas durante el ayuno
- Hambre, hambre, mucha hambre...
- A veces dolor en el estómago por estar vacío. Bebe agua y se aliviará un poco.
- Debilidad física. Aunque hay personas que apenas la sienten.
- Mal humor. El hambre provoca ira, enfado, rabia... Aguanta.
- Pensamientos sobre comida. Pensarás en todo tipo de platos y de recetas. Se te hará la boca agua y no podrás parar de pensar en comida.
- Tentaciones por comer y romper el ayuno. Serán muchas y muy poderosas. Veremos si aguantas...
- Mal olor, sudores, orina y heces malolientes. Esto es un síntoma de que el organismo se está desintoxicando. Dúchate al final del día.
- Aburrimiento. El aburrimiento es hambre emocional e intelectual, pero recuerda que estamos ayunando (en todos los sentidos).
- Desesperación (provocada por el hambre y el aburrimiento). Es aquí donde tienes que poner a prueba tu autodominio. ¿Quién pasa hambre? ¿Tú o tu cuerpo? ¿Quién se aburre? ¿Tú o tu mente?
Resiste, aguanta... ¡Son «solo» 24 horas! La recompensa merecerá la pena.
¡Atrévete con el reto del ayuno y después nos cuentas cómo te ha ido!