Tradicionalmente se considera a "la vela" (Sarvangasana) la reina de las asanas, junto a la "postura sobre la cabeza" (Shirshasana). Ambas forman parte de las posturas invertidas del yoga, y son famosas por sus beneficios.
No quiero meter miedo a nadie diciendo esto, y puede que alguien las practique toda su vida y no le pase nada, pero he de indicar esos riesgos. Si alguien decide practicar esas posturas, que lo haga bajo su cuenta y riesgo. En cambio, "la vela con apoyo en la pared" posee practicamente los mismos beneficios y es mucho más segura su ejecución.
Beneficios:
Casi todos nosotros pasamos la mayor parte del día de pie, y eso genera que la sangre se estanque en las piernas y en la parte baja del abdomen, dificultando el riego óptimo del cerebro y de ciertas gándulas endocrinas. Al invertir el cuerpo, la gravedad de la Tierra actúa directamente sobre la sangre venosa (especialmente la de las piernas), y favorece enormemente su descongestión y su retorno hacia el corazón. Esto provoca dos cosas:
- Descanso y descongestión de las piernas y de los órganos internos abdominales.
- Irrigación de la tiroides y del cerebro.
También dicen que se produce un renovación energética, al invertir la polaridad del cuerpo.
Contraindicaciones:
Se evitará la fase 2 de esta postura en casos de:
- Problemas cervicales.
- Hipertensión arterial.
- Glaucoma.
- Obesidad.
- Las mujeres durante la menstruación.
FASE 1
Esta fase es muy segura y puede practicarla cualquier persona. Es muy sencilla: basta con acercar la esterilla a la pared y pegarnos lo máximo posible extendiendo las piernas hacia arriba. Sólo este gesto ya produce numerosos beneficios, especialmente si hacemos respiraciones abdominales amplias y profundas. Permanecer de 1 a 2 minutos.
FASE 2
Apoyar las dos plantas de los pies en la pared, levantar bien la cadera, apoyar los codos firmemente y sostener la cadera con las manos.
Extender una pierna contra la pared.
Y luego la otra. Permanecer en esta postura 1 minuto para empezar, y con la práctica alargarlo hasta 3 o 4 minutos como máximo. Hacer respiraciones abdominales durante el ejercicio y mantener la mente concentrada en la postura, especialmente en la zona de la tiroides (cuello).
Para deshacer la postura, repetir los mismos pasos pero a la inversa. Siempre con cuidado y sin forzar.
Te dejo un vídeo explicativo para mayor detalle.
Sarvangasana con apoyo en la pared
¡Feliz práctica!
Namasté. Tienes que mejorar el sonido, Aimar.
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