Llegamos al final de nuestra serie de artículos sobre las cualidades físicas básicas. En último lugar analizaremos la flexibilidad, cualidad de suma importancia y algo olvidada.
-¿Qué es lo que la mayoría de la gente entiende por flexibilidad?
-Estirarse, ¿no? Llegar con los dedos a las puntas de los pies. No sé... Ser elástico, de goma, doblarse mucho...
-¿Sueles entrenar la flexibilidad?
-¿Para qué, si no se ve? Suelo entrenar resistencia para quitar grasa y un poco de pesas para definir los músculos. La tanda de abdominales que no falte, a ver si consigo este verano que se vea la tableta de chocolate.
Bueno, pues vamos, a través de este artículo, a poner la flexibilidad en el pedestal que se merece.
Flexibilidad física implica dos factores, movilidad articular y elasticidad muscular.
MOVILIDAD ARTICULAR:
Es la capacidad de movimiento de las articulaciones. Hay 7 articulaciones fundamentales en el cuerpo:
-Columna vertebral. Sin duda la parte más importante del aparato locomotor. Es el pilar central del cuerpo; una columna flexible es un ingrediente de salud y bienestar.
-Hombros, codos y muñecas. Las que nos permiten mover los brazos.
-Cadera, rodillas y tobillos. Las que nos permiten mover las piernas y desplazarnos.
ELASTICIDAD MUSCULAR:
Es la capacidad que tienen los músculos de estirarse y recuperar su forma.
De este modo, el entrenamiento de la flexibilidad implica estos dos aspectos, por lo que no es sólo "estirarse".
¿Y con que ésta relacionado todo esto? Obvio, con el movimiento. La flexibilidad nos da capacidad de movimiento y prevención de lesiones. ¿Por qué esto último? Porque los músculos acortados y las articulaciones rígidas tienen más posibilidades de romperse ante un movimiento brusco.
¿Cuánto hay que ser de flexible? Lo justo para movernos con libertad en nuestro día a día, sin limitaciones, e importante, a lo largo de nuestra vida. La flexibilidad se pierde mucho con el tiempo, y si queremos llegar a viejos con capacidad de movimiento, es importante trabajarla desde jóvenes.
¿Pero los yoguis no son extremadamente flexibles, hasta el punto del contorsionismo? Algunos sí, pero no es necesario. Yo personalmente no soy muy flexible, y si tuviera que escribir un libro sobre Yoga contrataría a una modelo, pero el Yoga me mantiene en la forma justa para hacer todo tipo de movimientos con mi cuerpo y desempeñar bien mi trabajo así como mis momentos de ocio.
La flexibilidad ha de ser la justa. ¿Qué pasa si es excesiva? Que los músculos se vuelven laxos y pierden fuerza, además, se corre el riesgo de que haya desgaste articular. ¿Qué pasa si es nula? Que tendremos los mismos movimientos que un robot, sin gracia. Fijaos en los felinos, no hay animal con mayor agilidad, elegancia, sigilosidad y efectividad. De hay el término «flexibilidad felina», pero insisto, tampoco hay que pasarse, no vamos a ganar nada por hacer contorsionismo, a menos que trabajemos en un circo.
¿Cuál es el mejor método para entrenar la flexibilidad? Aquí es dónde el Yoga gana de calle a todas las demás disciplinas. Este es el terreno del Yoga. Si quieres ganar resistencia, corre, anda en bici o nada; si quieres ser fuerte haz pesas; pero si quieres ser flexible, el Yoga es lo tuyo.
Tengo cierta sospecha de que lo que hacemos con nuestro cuerpo también lo hacemos con nuestra mente. Si somos muy rígidos, probablemente lo seamos en todos los sentidos. Si comenzamos a entrenar la flexibilidad del cuerpo, tal vez de forma indirecta nos volvamos más flexibles en otros aspectos. Una mente abierta y tolerancia hacia los demás también son síntomas de flexibilidad, aunque lamentablemente no hay ejercicios para entrenar eso.
Una cosa más, eso de que la flexibilidad no se ve en el cuerpo tanto como unos buenos abdominales o unas curvas generosas no es cierto, la flexibilidad de una persona se nota en su gracia al andar y en su porte erguido y esbelto. ¿No es eso atractivo? Pero ese no es el objetivo principal; lo importante es llegar a viejos con cuerpos físicos útiles, no con cacharros, con trastos, con zarrios que a partir de los 60 se convierten en cárceles en las que queda aprisionada la psique.
"No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma". Entrena la flexibilidad, dale importancia al movimiento, a la movilidad articular y a la elasticidad muscular. Si no lo haces por ti, hazlo por el anciano que vive en ti y en el que te convertirás antes de que te des cuenta.
En oriente la edad de una persona no se mide por sus años, si no por la flexibilidad de su columna vertebral.
En el próximo post haremos una síntesis de las cualidades físicas básicas vistas hasta ahora, no te lo pierdas.
-¿Qué es lo que la mayoría de la gente entiende por flexibilidad?
-Estirarse, ¿no? Llegar con los dedos a las puntas de los pies. No sé... Ser elástico, de goma, doblarse mucho...
-¿Sueles entrenar la flexibilidad?
-¿Para qué, si no se ve? Suelo entrenar resistencia para quitar grasa y un poco de pesas para definir los músculos. La tanda de abdominales que no falte, a ver si consigo este verano que se vea la tableta de chocolate.
Bueno, pues vamos, a través de este artículo, a poner la flexibilidad en el pedestal que se merece.
Flexibilidad física implica dos factores, movilidad articular y elasticidad muscular.
MOVILIDAD ARTICULAR:
Es la capacidad de movimiento de las articulaciones. Hay 7 articulaciones fundamentales en el cuerpo:
-Columna vertebral. Sin duda la parte más importante del aparato locomotor. Es el pilar central del cuerpo; una columna flexible es un ingrediente de salud y bienestar.
-Hombros, codos y muñecas. Las que nos permiten mover los brazos.
-Cadera, rodillas y tobillos. Las que nos permiten mover las piernas y desplazarnos.
ELASTICIDAD MUSCULAR:
Es la capacidad que tienen los músculos de estirarse y recuperar su forma.
De este modo, el entrenamiento de la flexibilidad implica estos dos aspectos, por lo que no es sólo "estirarse".
¿Y con que ésta relacionado todo esto? Obvio, con el movimiento. La flexibilidad nos da capacidad de movimiento y prevención de lesiones. ¿Por qué esto último? Porque los músculos acortados y las articulaciones rígidas tienen más posibilidades de romperse ante un movimiento brusco.
¿Cuánto hay que ser de flexible? Lo justo para movernos con libertad en nuestro día a día, sin limitaciones, e importante, a lo largo de nuestra vida. La flexibilidad se pierde mucho con el tiempo, y si queremos llegar a viejos con capacidad de movimiento, es importante trabajarla desde jóvenes.
¿Pero los yoguis no son extremadamente flexibles, hasta el punto del contorsionismo? Algunos sí, pero no es necesario. Yo personalmente no soy muy flexible, y si tuviera que escribir un libro sobre Yoga contrataría a una modelo, pero el Yoga me mantiene en la forma justa para hacer todo tipo de movimientos con mi cuerpo y desempeñar bien mi trabajo así como mis momentos de ocio.
La flexibilidad ha de ser la justa. ¿Qué pasa si es excesiva? Que los músculos se vuelven laxos y pierden fuerza, además, se corre el riesgo de que haya desgaste articular. ¿Qué pasa si es nula? Que tendremos los mismos movimientos que un robot, sin gracia. Fijaos en los felinos, no hay animal con mayor agilidad, elegancia, sigilosidad y efectividad. De hay el término «flexibilidad felina», pero insisto, tampoco hay que pasarse, no vamos a ganar nada por hacer contorsionismo, a menos que trabajemos en un circo.
¿Cuál es el mejor método para entrenar la flexibilidad? Aquí es dónde el Yoga gana de calle a todas las demás disciplinas. Este es el terreno del Yoga. Si quieres ganar resistencia, corre, anda en bici o nada; si quieres ser fuerte haz pesas; pero si quieres ser flexible, el Yoga es lo tuyo.
Tengo cierta sospecha de que lo que hacemos con nuestro cuerpo también lo hacemos con nuestra mente. Si somos muy rígidos, probablemente lo seamos en todos los sentidos. Si comenzamos a entrenar la flexibilidad del cuerpo, tal vez de forma indirecta nos volvamos más flexibles en otros aspectos. Una mente abierta y tolerancia hacia los demás también son síntomas de flexibilidad, aunque lamentablemente no hay ejercicios para entrenar eso.
Una cosa más, eso de que la flexibilidad no se ve en el cuerpo tanto como unos buenos abdominales o unas curvas generosas no es cierto, la flexibilidad de una persona se nota en su gracia al andar y en su porte erguido y esbelto. ¿No es eso atractivo? Pero ese no es el objetivo principal; lo importante es llegar a viejos con cuerpos físicos útiles, no con cacharros, con trastos, con zarrios que a partir de los 60 se convierten en cárceles en las que queda aprisionada la psique.
"No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma". Entrena la flexibilidad, dale importancia al movimiento, a la movilidad articular y a la elasticidad muscular. Si no lo haces por ti, hazlo por el anciano que vive en ti y en el que te convertirás antes de que te des cuenta.
En oriente la edad de una persona no se mide por sus años, si no por la flexibilidad de su columna vertebral.
En el próximo post haremos una síntesis de las cualidades físicas básicas vistas hasta ahora, no te lo pierdas.
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