Las asanas invertidas o técnicas de inversión son muy comunes y beneficiosas dentro de la práctica del yoga. Existe un aparato, llamado «tabla de inversión», que puede resultar muy útil en algunos casos.
No es casualidad que a sirsasana («la postura sobre la cabeza») y a sarvangasana («la vela») se las conozca como la reina y la princesa de las asanas, respectivamente. Tanto los textos clásicos de yoga como los actuales, les dan especial importancia a las posturas invertidas por varios motivos:
- Riego sanguíneo del cerebro y de las glándulas endocrinas (tiroides, pineal y pituitaria).
- Liberación de carga en la espalda y descompresión de los discos intervertebrales (útil para algunos casos de dolor de espalda).
- Renovación energética, al invertir la polaridad del cuerpo.
Ahora bien, hay personas que por motivos de salud, forma física, o simplemente por precaución y comodidad, no pueden hacer las asanas invertidas. Para ello existen las tablas de inversión, cuya antigüedad se remonta a la Grecia clásica.
Son aparatos un poco caros y que ocupan bastante espacio en casa, pero no deberían faltar en ninguna escuela de yoga, gimnasio o centro de fisioterapia. Las puedes comprar a través de tiendas especializadas o desde la tienda online.
Contraindicaciones:
Especial precaución las mujeres embarazadas, los que padecen de glaucoma, hipotensión, daño cerebral o procesos degenerativos de la espalda. Consultar con un médico o fisioterapeuta en caso de duda.
Como regla general, no llegar nunca a la verticalidad, empezar progresivamente, y no superar los 3 minutos de duración por sesión.
Cómo utilizarlas:
- Lo primero es ajustar la tabla a nuestra altura, para que el centro de gravedad de la tabla quede compensado y podamos subir y bajar despacio con leves movimientos.
- Vamos bajando progresivamente, especialmente durante las primeras sesiones.
- Una vez alcanzada cierta verticalidad, estiramos los brazos, nos relajamos, hacemos respiraciones abdominales y sentimos cómo se va liberando la espalda.
- Permanecemos un máximo de 3 minutos.
- Deshacemos lentamente, para que la sangre acumulada en el cerebro se reparta normalmente y no nos mareemos.
- Lo hacemos varias veces por semana.
- Seguir siempre las indicaciones del fabricante y de un médico o fisioterapeuta.
Alternativa fácil y económica:
La postura de «la vela con apoyo en la pared», que he explicado en varias ocasiones, es para mí la postura invertida ideal por su sencillez y escasos riesgos. Puedes aprender a hacerla en el siguiente tutorial.
En cualquier caso, no olvides incorporar en tus rutinas alguna postura invertida, y eso sí, hazlas siempre con precaución.
Gopal
Muy interesante. No lo sabía.
ResponderEliminarHola, ¿para cuándo tutoriales sobre meditacion?
ResponderEliminarEstoy trabajando en ello... A ver si para después de Semana Santa consigo preparar todo el material y grabar los vídeos de las lecciones. Saludos.
ResponderEliminarHola desde mi experiencia personal y en casos de Hernia Discal (como la que yo tuve) yo no recomiendo la utilización de la Tabla de inversión.
ResponderEliminarRecuerdo que me creaba mas tensión lumbar porque al estar sujeto por los tobillos y con la gravedad actuando al revés me condicionaba claramente mis curvaturas en la columna. En concreto recuerdo que acentuaba la curvatura lumbar, no me producia ningún alivio aunque tampoco incrementaba la presión sobre los discos intervertebrales pero si me obligaba a mantener cierta tension en la musculatura lumbar.
Llegué a la conclusión de que esto ocurría porque yo no era dueño/consciente de mi cuerpo, simplemente estaba sujeto por los tobillos y mi cuerpo tenía que reaccionar ante esa postura.
Sin embargo en Sirshasana clásico si que me obligaba a ser consciente del equilibrio y de la musculatura que lo conservaba.
Las posturas de inversión las considero muy muy beneficiosas para este tipo de patología (dolor lumbar) y para poder tomar conciencia de las presiones en los discos intervertebrales. Es esa toma de conciencia la que ayuda a intimar con esas tensiones y por tanto poder liberarnos de ellas.
Desde el punto de vista del razonamiento lógico yo encuentro la misma analogía que cuando el medico de cabecera, ante una hernia discal, te dice que la natación es buena: craso error.
Esto no es cierto en general. Lo que es bueno para una hernia discal es nadar de espaldas...eso si que lo tengo comprobado, pero por ejemplo nadar a crawll es nefasto porque lo que se genera es más tensión en la zona lumbar y en la zona cervical.
Con la tabla de inversión me ocurrió algo similar a la recomendación de nadar (en caso de problemas lumbares evidentemente). Por tanto recomiendo usarlas pero con cautela y siempre tomando conciencia de lo que uno va experimentando.
Un abrazo grande