Publicación de nueva novela: Ventura
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Recientemente he publicado una nueva novela, titulada *Ventura*, con Valhalla
Ediciones.
Está disponible a la venta en las principales librerías de Españ...
Hay quien busca el Yoga en el extranjero, en la India, en el Himalaya o en lugares fascinantes... Lo cierto es que no hace falta irse tan lejos. Quédate donde estás, pues el viaje empieza en ti y la búsqueda culmina en ti. Nada hallarás fuera de ti que no se encuentre dentro de ti.
Las asanas invertidas o técnicas de inversión son muy comunes y beneficiosas dentro de la práctica del yoga. Existe un aparato, llamado «tabla de inversión», que puede resultar muy útil en algunos casos.
No es casualidad que a sirsasana («la postura sobre la cabeza») y a sarvangasana («la vela») se las conozca como la reina y la princesa de las asanas, respectivamente. Tanto los textos clásicos de yoga como los actuales, les dan especial importancia a las posturas invertidas por varios motivos:
Riego sanguíneo del cerebro y de las glándulas endocrinas (tiroides, pineal y pituitaria).
Liberación de carga en la espalda y descompresión de los discos intervertebrales (útil para algunos casos de dolor de espalda).
Renovación energética, al invertir la polaridad del cuerpo.
Ahora bien, hay personas que por motivos de salud, forma física, o simplemente por precaución y comodidad, no pueden hacer las asanas invertidas. Para ello existen las tablas de inversión, cuya antigüedad se remonta a la Grecia clásica.
Son aparatos un poco caros y que ocupan bastante espacio en casa, pero no deberían faltar en ninguna escuela de yoga, gimnasio o centro de fisioterapia. Las puedes comprar a través de tiendas especializadas o desde la tienda online.
Contraindicaciones:
Especial precaución las mujeres embarazadas, los que padecen de glaucoma, hipotensión, daño cerebral o procesos degenerativos de la espalda. Consultar con un médico o fisioterapeuta en caso de duda.
Como regla general, no llegar nunca a la verticalidad, empezar progresivamente, y no superar los 3 minutos de duración por sesión.
Cómo utilizarlas:
Lo primero es ajustar la tabla a nuestra altura, para que el centro de gravedad de la tabla quede compensado y podamos subir y bajar despacio con leves movimientos.
Vamos bajando progresivamente, especialmente durante las primeras sesiones.
Una vez alcanzada cierta verticalidad, estiramos los brazos, nos relajamos, hacemos respiraciones abdominales y sentimos cómo se va liberando la espalda.
Permanecemos un máximo de 3 minutos.
Deshacemos lentamente, para que la sangre acumulada en el cerebro se reparta normalmente y no nos mareemos.
Lo hacemos varias veces por semana.
Seguir siempre las indicaciones del fabricante y de un médico o fisioterapeuta.
Alternativa fácil y económica:
La postura de «la vela con apoyo en la pared», que he explicado en varias ocasiones, es para mí la postura invertida ideal por su sencillez y escasos riesgos. Puedes aprender a hacerla en el siguiente tutorial.
En cualquier caso, no olvides incorporar en tus rutinas alguna postura invertida, y eso sí, hazlas siempre con precaución.
El Om es el mantra más conocido, representativo e importante del yoga, y cantarlo no debe faltar en ninguna clase o práctica individual de yoga.
TEORÍA
Un mantra es un «instrumento para la mente», según su significado en sánscrito, y suelen ser sílabas o grupos de palabras cortas con un significado especial que se repiten constantemente. Al repetirlo, la mente se va enfocando y concentrando, y de ahí su utilidad. Existen numerosos mantras.
El Om, también conocido como pranava, es el mantra más sagrado en el yoga, el hinduismo y el budismo. El Om representa a la más elevada divinidad, a Brahman, y al universo entero. Se dice que «Todo el universo procede de Om, descansa en Om y se disuelve en Om».
El yantra (representación geométrica) del Om es la siguiente imagen, tan conocida y utilizada:
El mantra Om en realidad se escribe como AUM, y sus tres letras guardan un significado muy especial:
- La A es la vocal más abierta que puede pronunciar el ser humano, es el alfa, Dios, la Vida y el estado de vigilia.
- La U es una vocal intermedia, y representa a la conciencia, a la materia y al estado de sueño con ensueños.
- La M es la consonante más cerrada que podemos pronunciar, es el omega, la madre, la energía, la dicha y el estado de sueño profundo.
Ahora bien, el mantra se pronuncia siempre como Om, ya que la A y la U en sánscrito se pronuncian como O. De ahí que el Om sea la síntesis de esas tres letras, y simboliza al cuarto estado de conciencia, el de meditación o supraconsciencia.
PRÁCTICA
A la práctica de cantar o recitar el mantra (ya sea a viva voz o mentalmente) se le conoce como yapa. Se suele cantar 108 veces usando un mala (rosario hindú), aunque lo podemos cantar el número de veces que queramos.
Cómo cantarlo:
Sentados, con los ojos cerrados, inspiramos, y al espirar pronunciamos de forma continuada el «Ooooooooooooommmmmmmmmmm», sintiendo como la O resuena en el pecho y la M resuena en la cabeza. Lo repetimos varias veces concentrados en el sonido hasta que la mente se enfoque y obtengamos un estado de paz.
Cómo recitarlo mentalmente:
Igual que la fase anterior, pero en lugar de pronunciarlo, lo recitamos mentalmente. Esto requiere más concentración y la mente es más propensa a distraerse, pero si dominamos la práctica, es un ejercicio excelente de concentración mental y una técnica que nos puede conducir a la meditación.
En el siguiente vídeo explico con ejemplos cómo pronunciarlo y cantarlo:
Practica a cantarlo, solo y en grupo si tienes la ocasión, cantar el Om en grupo de forma coordinada es una experiencia maravillosa. Practica también a recitarlo mentalmente, verás como en ese caso, el mantra hace alusión a su nombre y se convierte en un excelente instrumento para trabajar la mente.