Hoy en día está muy de moda aprender a meditar, y numerosos medios hacen eco de los beneficios de la meditación. La ciencia está avalando las técnicas meditativas, y hay evidencias de que la meditación puede llegar incluso a cambiar la estructura del cerebro. Dicen los académicos (tras varios estudios), que la meditación continuada puede llegar a cambiar la plasticidad del cerebro y a mejorar la memoria, la autoestima, la empatía y ayudar a reducir el estrés.
En los últimos años ha surgido la técnica del mindfulness, vinculada al ámbito académico y muy acorde a la mentalidad occidental. Es, podría decirse, meditación budista libre de toda filosofía y adoctrinamiento. Por este motivo, está ganando muchos adeptos. Además, cada vez son más los científicos que afirman que son ciertos sus beneficios, así que, razones de peso no faltan para comenzar su práctica.
Lo cierto es que las técnicas de meditación tienen varios miles de años de antigüedad y han sido la piedra base del yoga, el budismo, el zen y otras disciplinas afines. El yoga concretamente, considera a la meditación como la técnica suprema.
En este post no voy a citar los beneficios de la meditación como si de un libro de recetas se tratase. De eso ya se encargarán los médicos, psiquiatras y científicos competentes. Yo sólo voy a indicar los motivos por los cuales uno podría sentirse inclinado a meditar.
Meditar no es nada fácil que nadie se engañe. Aprender a meditar y lograr cierto dominio en el arte, requiere de mucho tiempo y esfuerzo. Está muy bien eso que dicen los científicos, pero, por muchos estudios que haya, por más que evidentes sean los beneficios de la meditación, eso no va a hacer que la gente medite. Voy a poner un ejemplo: "Hacer deporte es bueno". Hay miles de estudios que avalan esto; miles de científicos de todas las especialidades que lo corroboran. Es más (cosa que aún no sucede con la meditación), está en la cultura popular el concepto de que el deporte es bueno; todo el mundo sabe que el deporte es bueno, que hacer ejercicio es bueno... Y ahora la pregunta del millón de dolares: ¿Cuánta gente hace ejercicio con regularidad?
Para meditar hace falta un requisito imprescindible: DESEAR MEDITAR. Si uno no desea meditar, no importa que cada día salga en las noticias de algún que otro medio de comunicación que meditar es bueno; no importa que se prediquen a los cuatro vientos sus beneficios.
¿Qué se puede hacer entonces? Bueno si estás leyendo esto probablemente algo de deseo por meditar tengas, al igual que deseo por practicar yoga, relajación, o hacer ejercicio para estar más sano o más feliz. Si existe esa pizca de deseo, es posible que mediante buenos argumentos se pueda potenciar ese deseo para que se vuelva lo suficientemente fuerte como para iniciarse en la meditación. Esa va a ser mi labor en los próximos posts, ir generando el deseo por meditar.
Una vez que tu deseo sea fuerte, lo siguiente que necesitamos es el CONOCIMIENTO. Conocimiento sobre cómo meditar correctamente. Estoy preparando un curso completo de introducción a la meditación, que en breve espero terminar.
Y por último quedaría pasar a la ACCIÓN, es decir, meditar... Sentarse a meditar y meditar.
Nada como poder relajarse uno mismo, ya sea haciendo pilates o [url=http://www.yogaencasa.com.es/]yoga en casa[/url], pero eso de que sea necesario ir con profesionales no es del todo cierto! Se puede aprender solo!
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