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Hay quien busca el Yoga en el extranjero, en la India, en el Himalaya o en lugares fascinantes... Lo cierto es que no hace falta irse tan lejos. Quédate donde estás, pues el viaje empieza en ti y la búsqueda culmina en ti. Nada hallarás fuera de ti que no se encuentre dentro de ti.




LA SERPIENTE Y LA CUERDA

Durante la noche, un hombre tropieza con una cuerda y cree que es una serpiente.
Cuando se hace la luz comprende su error y su temor se desvanece.


La serpiente y la cuerda

El presente relato es una analogía clásica de la filosofía Advaita Vedanta. Meditad en ello y reflexionar sobre ello, pues esa ilustración contiene numerosas verdades.

Así, ¿cuántas veces nuestros sentidos nos engañan y padecemos por ello? ¿Cuántas veces nuestra vida se complica a causa de una ilusión? ¿Cuántas veces creemos algo, suponemos algo, nos imaginamos algo, que luego resulta no ser cierto? 



A veces vemos cosas que nos hacen creer lo que no son, oímos cosas que nos inducen a pensar hechos que no son... Nos llega un "flash" sobre algo y ya opinamos sobre ello; vemos una noticia en la tele y ya creemos que lo sabemos todo sobre ello; charlamos un par de minutos con un desconocido y ya lo juzgamos; nos pasa un suceso que nos genera emociones y ya construimos todo un castillo de naipes entorno a él; oímos algo, lo interpretamos a nuestra manera y creemos que el que piensa diferente a nosotros está equivocado... Y así un sin fin de hechos similares. Entonces, cuando la "luz" se hace (si se hacé), "vemos" correctamente y todos nuestros temores se desvanecen así como ideas erróneas.

La noche nos confunde..., eso está claro, y nos hace ver cosas que no son, pensar cosas que no son, y actuar en consecuencia de ese error. La "noche", esotéricamente hablando se corresponde con la ignorancia, con la inconsciencia; en cambio la "luz" se atribuye a la sabiduría, a la conciencia. Dicen los vedantinos que todo es maya, que todo es una ilusión salvo Brahman, la Realidad Última. No hay que irse tan lejos para descubrir que muchos de nuestros pensamientos erroneos y temores están basados en conclusiones erróneas generadas por datos incompletos provinientes de uno o varios de nuestros cinco sentidos. Nos ilusionamos, para bien o para mal, y después la vida se encarga de "desilusionarnos" (entiéndase bien la palabra "ilusión").

La analogía de la cuerda y la serpiente es un clásico entre los clásicos, medita bien sobre ello, y descubrirás que en la mayoría de ocasiones "confundimos cuerdas con serpientes".

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