Publicación de nueva novela: Ventura
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Recientemente he publicado una nueva novela, titulada *Ventura*, con Valhalla
Ediciones.
Está disponible a la venta en las principales librerías de Españ...
Hay quien busca el Yoga en el extranjero, en la India, en el Himalaya o en lugares fascinantes... Lo cierto es que no hace falta irse tan lejos. Quédate donde estás, pues el viaje empieza en ti y la búsqueda culmina en ti. Nada hallarás fuera de ti que no se encuentre dentro de ti.
Debido al éxito que ha tenido el Curso de yoga para principiantes, voy a empezar a crear un curso para intermedios, donde profundizaremos en la práctica del yoga. Como todos los demás, será gratuito y estará disponible en la Red para todos aquellos que deseen aprender yoga desde su casa.
El Curso de yoga para principiantes estaba diseñado para tomar un primer contacto con el yoga, aprender los conceptos básicos, la respiración abdominal y 3 sencillas y cortas rutinas: una para la mañana, otra para la tarde y otra para la noche.
En el curso para intermedios (un nivel que puede durar años) desarrollaremos los conceptos filosóficos del yoga, aprenderemos varías técnicas de respiración (pranayama) y aprenderemos varias rutinas de hatha yoga de 1 hora de duración. Todo ello desde un enfoque holístico, para trabajar por igual cuerpo, mente y espiritualidad, y desde un punto de vista muy occidental.
Va a ser un curso muy teórico y también muy práctico. Estimo que será largo, pues para mí la palabra «intermedios», implica una profunda práctica y conocimientos sobre yoga.
Lo que aprenderemos será Asthanga yoga, el yoga clásico, el yoga de Patanjali, mezclado con hatha yoga (yoga físico).
Asthanga significa «ocho peldaños», y como su nombre índica, hay ocho etapas, pero en este curso de intermedios veremos solamente las 4 primeras; las siguientes 4 las veremos en el curso para avanzados.
1. Yama: Ética y moral.
2. Niyama: Hábitos positivos.
3. Asana: Práctica de ejercicios físicos.
4. Pranayama:Ejercicios de respiración. Con estos 4 peldaños tenemos para mucho tiempo, os lo aseguro. Os ruego paciencia mientras voy grabando todas las lecciones. Mientras tanto recordad que podéis hacer el curso de yoga para principiantes (los que no lo habéis hecho), el curso de relajación (muy completo para aprender a relajarse) y el curso de meditación (para aprender a meditar desde cero). También podéis leer mi libro ¿Qué es eso del yoga?, para tener unas cuantas nociones antes de empezar a practicar.
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En yoga, y en casi todos los trabajos de desarrollo personal, todo comienza parando y reparando.
Para y repara... Recuerda y memoriza esta máxima. Esta frase parece que tiene solo dos ingredientes, pero en realidad tiene tres.
Reparar tiene dos significados: por un lado significa reparar, propiamente dicho, como sinónimo de arreglar, y por otro significa darse cuenta, tomar conciencia, (reparar en algo).
Todos queremos reparar (arreglar) algo en nuestra vida, pero ese es el tercer paso de esta ecuación. Previamente hay que tomar conciencia (reparar en), y para ello es imprescindible parar.
Lo veremos mejor con un símil:
Tenemos el coche estropeado y lo llevamos al mecánico. ¿Qué es lo primero que hacemos? Dejarlo parado. ¿Os imagináis reparar un coche en marcha, a 120 Km/h? Bien, una vez parado, el mecánico identifica el problema, repara en el problema, toma conciencia de él, y solo después se pone manos a la obra para repararlo (arreglarlo).
Estos tres pasos son imprescindibles para cualquier tema de reparación o sanación. ¿Por qué lo primero de todo es parar? Porque cuando paramos, cuando nos relajamos, no solo ponemos en marcha las fuerzas innatas sanadoras del cuerpo, sino que también hacemos que se calmen las aguas del lago de nuestra vida, y al calmarse las aguas, podemos ver mejor lo que hay en el fondo y poder así tomar conciencia de ello.
Si no tomamos conciencia de un problema, es como si este no existiera para nosotros, y entonces la vida nos gobierna con sus mareas inconscientes. No podemos arreglar aquello de lo que no somos conscientes, ni luchar contra un enemigo invisible. Si el mecánico no sabe cuál es la avería, difícilmente podrá arreglarla. Podrá hacer varios intentos a ciegas, por azar; cambiar esto y aquello, apretar una tuerca por aquí, otra por allá, darle cuatro martillazos a algo, y cosas por el estilo; pero así solo por casualidad se solucionará el problema.
Así que recuerda siempre estos tres pasos:
1.Para, echa el freno de mano, desconecta, relájate. 2.Toma conciencia de tu cuerpo, de tus emociones, de tus pensamientos, de tus problemas. 3.Haz acciones para arreglar, corregir y mejorar aquello que necesita ser arreglado, corregido o mejorado.