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Hay quien busca el Yoga en el extranjero, en la India, en el Himalaya o en lugares fascinantes... Lo cierto es que no hace falta irse tan lejos. Quédate donde estás, pues el viaje empieza en ti y la búsqueda culmina en ti. Nada hallarás fuera de ti que no se encuentre dentro de ti.




LA FUERZA DEL HÁBITO

Siempre que un año nuevo empieza, todos nos hacemos buenos propósitos, tales como adelgazar, dejar de fumar, hacer deporte, practicar Yoga, aprender un idioma, ser mejores personas, etc, etc, blablabla, blablabla... ¿Qué suele pasar? Nada, todo queda en propósito, todo queda en el aire, año tras año..., todos esos buenos propósitos se los lleva el viento.

He hablado varias veces de la importancia del hábito para generar acciones. El hábito es clave para emprender algo, para hacer algo, para consolidar algo. Sin hábito no hay nada, aparte de buenas intenciones y propósitos lanzados al viento.


Buenos propósitos del año

¿Qué es un hábito? ¿Qué genera un hábito? Según el Yoga, los hábitos generan samskaras, que son surcos en la mente a través de los cuales los pensamientos pueden fluir. Según la ciencia moderna y la neurología, los hábitos generan cadenas neuronales, provocando que las acciones puedan efectuarse con mucha más precisión e incluso involuntariamente. Es como andar en bicicleta, al principio nos resultará muy difícil mantener el equilibrio, tendremos que prestar mucha atención a todo lo que nos rodea, pero una vez aprendido, una vez que se han formado las cadenas neuronales en nuestro cerebro relativas al andar en bicicleta, apenas habremos de esforzarnos.

Si ponemos el ejemplo de la tecnología, actualmente hay dos formas de grabar información, de forma digital y de forma analógica. Podemos grabar una canción en un CD virgen, de forma digital, codificando en la superficie del CD la canción entera en un código binario. Sí tuviéramos un reproductor antiguo (cassete o disco de vinilo), lo grabaríamos de forma analógica creando «surcos» en la superficie de la cinta. Pues bien, algo parecido sucede en nuestro cerebro. Para que se quede grabada información y se generen cadenas neuronales fuertes, es imprescindible que sea el  hábito el que entre en acción.

Con decir "voy a hacer", o proponernos "sí, sí, esta vez lo hago", o apuntarnos a un gimnasio en enero, no vamos a conseguir generar un hábito. Los hábitos se consolidan con una práctica constante a lo largo del tiempo. Desear algo es fácil, proponerse algo es fácil, apuntarse a algo es fácil... Lo que no es tan fácil es hacer un esfuerzo continuado en el tiempo. ¿Cuánto tiempo hace falta? Según apuntan ciertos estudios, 21 días, aunque a veces hará falta más tiempo. Pongamos que un mes. 


Hábitos

Para generar hábitos hace falta fuerza de voluntad, unida a conocimiento, deseo y acción, pero igualmente, hace falta mucha fuerza para romper un hábito que ya se ha adquirido... Es más, es casi imposible romper un hábito. Sí, así es... Si uno tiene el hábito de fumar, no puede destruir ese hábito. Lo que se puede hacer es sustituirlo por otro; esto es sumamente importante y la clave de casi todo. Por ejemplo, cada vez que se sienta la necesidad de fumar, hacer otra cosa, comer pipas, por ejemplo, y a la larga, se generará el hábito de comer pipas y el de fumar quedará en segundo plano. Entonces tendremos, a la larga, que sustituir el hábito de comer pipas por otro más saludable, como el de comer mandarinas, por ejemplo, que son más sanas. Pero si un buen día decidimos fumar un cigarrillo o dos, "que no pasa nada", el hábito de fumar, que estaba en un segundo plano pero no destruido, pasará a primer plano, y volveremos a estar como al principio. ¿Veis? Los hábitos no se destruyen (o tardan mucho en destruirse), por eso hay que sustituirlos por otros más saludables.

Decía Og Mandino es su libro "El vendedor más grande del mundo": "Somos esclavos de nuestros hábitos, por lo tanto, nos formaremos buenos hábitos y seremos esclavos de ellos". Esta es la clave para el éxito. 


Buenos hábitos

Así que ya sabemos dos cosas: No se generan hábitos sólo con buenos propósitos, y no se pueden destruir hábitos viejos con buenos propósitos. Para crear nuevos hábitos es necesaria la disciplina y el trabajo continuado en el tiempo, y para destruir hábitos viejos, lo que hay que hacer es sustituirlos  por hábitos nuevos más saludables. Lamento decir que no hay píldoras mágicas, ni fórmulas mágicas, ni alimentos milagrosos ni nada por el estilo. Es la fuerza del hábito lo que transformará nuestra vida.

¿Quieres practicar Yoga? Practica cada día durante un mes como mínimo, forja tu voluntad, añade el hábito del Yoga en tu vida.

Visita la sección "rutinas" de este blog y practica alguna de las que ahí se enseñan. No dejes que se lleve el viento tus buenos propósitos; cristalízalos, materialízalos, hazlos realidad.


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